viernes, octubre 05, 2007

Escribe Lola en un comentario una frase que le llama la atención y le obliga, realmente le obliga, a meditar sobre ella. Escribe "imagino tu bosque como un bosque encantado" Puede que sea cierto, que alguien lo pueda imaginar así y el hombre del Prado se siente halagado mientras rechaza la expresión. Pero durante todo el día de ayer llovió torrencialmente y un color gris preñado de brillos se extendió por el prado, un color gris hecho de infinitos colores grises. En lo alto de las montañas se eternizaban nubes bajas que penetraban entre los huecos del pinar creando volúmenes. Casi nadie en las tres calles que cruzan el prado. ¿Se puede ver con los ojos de otro, en este caso de otra?


Un hehcho concreto

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