martes, septiembre 19, 2006

I - El Islam que yo sé: Dios lo quiere


En 711, noiventa y dos años depués de que el profeta saliera huyendo de La Meca en dirección a Medina, los árabes y sus compeñeros de aventura, estaban en Hispania, la cruzaban como una exhalación y llegaban a Narbona: punto final por occidente a una aventura de conquista de una celeridad pasmosa; pocos años después llegaban a la frontera china. Ese enorme imperio tenía una columna vertebral en la familia del profeta y sus maulas, clientes y amigos. Después de 150 años de tensiones, el imperio se había fragmentado en provincias autónomas y unícamente restaba un potente elemento integrador, que salvando las diferencias dirimidas en guerras civiles o inciviles, mantenía una fraternidad de consecuencias imcalculables: el islam.
Hoy, solventando las últimas horas de mi catarro, he dedicado la mañana a preparar el jardín para lo que llamo en términos comerciales "cierre por hivernización" y que consiste es trasplantar especies para entrarlas en el vivero, en sacar todo lo que después de florecido se agota, en limpiar el invernadero, sacar y airear los muebles del mismo paea evitar plagas, insectos y todo eso y , en fin, un montón de tareas que suelen ocupar más tiempo del que uno deseara.
Cabe añadir que he pedido permiso al Ayuntamiento para subir al bosque a recojer madera talada y abandonada (hay mucha en forma de troncos de tamaño regular) que después del verano estará seca y aprovechablen, y que de pasar un invierno con lluvias y nieve se pudrirá. Me ha ilusionado hacerlo; hasta ahora subía en la época de la tala, pero he visto coches cargados de madera bajando de Aguas Vertientes y he preguntado si es que estaba permitido: con un permiso del Ayuntamiento si. Ya lo tengo. La próxima semana me equiparé de leñador.
Hay que tener en cuenta que el islam es la más joven religión monoteista de la historia y cuando se gesta en la mente del profeta, las otras dos imperan en un universo de pequeñas religiones cargadas de ídolos que llegan a La Meca en la ruta de las caravanas. Mahoma, que es como llamamos a Mohamad en Occidente, en sus viajes en las caravanas de su mujer, en los caravansares que visita, conoce de esas religiones y de sus palabras; debe de conocerlo porque de lo contrario convendrá aceptar que todo lo que en el Corán aparece como común al judaismo o al cristianismo fueron revelaciones de boca del Arcagel, quien habló en árabe porque esa era la lengua increada de Dios, a su vez increado.
Durante la mañana, entre tarea y tarea, me he planteado si no sería bueno poner al día y en orden mis libros y conocimientos (todo es casi uno) sobre el Islam. Entre invernadero y macetas, iba repasando autores y contenidos pensando en la necesidad, no solamente de releer, sino de tratar de homogeneizar una línea que se traza en mi mente desde las primeras revelaciones al profeta hasta el oculto intento de golpe de estado en el Marruecos vecino por parte de un grupo de oficiales religiosamente fanatizados, lo que ha hecho que en el país vecino se haya instalado una ley sorprendente: la anulación del servicio militar obligatorio, o lo que es lo mismo: las clases dominantes temen a los soldaditos fanatizados de las quintas. ¡Que Dios nos asista. Ya no es el comunismo su enemigo!
Escribí hace unos días que el bosque no es un lugar en el que no suceda nada. Sucede lo que sucede en todas partes. En un extremo del prado, en el inicio de la salida a la carretera de la Forestal desde la nacional hay unas casitas blancas y en una de ellas viven algunos magrebies con los que no es fácil trabar conversación. Un día apareció un niño en la puerta de mi casa y empezó a jugar con Goyerri: "como se llama" me pregunto; su acento era inequívoco. "Sabahal Hir" le contesté sacando una de la treintena de frases que conozco del árabe y que me permiten , cuando viajo por el norte de África, dado mi aspecto de cabello entrecano, rasgos semíticos y barba corta, obtener la libertad de la chiquillería vocinglera y agobiante. "No hablo árabe, me dijo, el muchacho que no tendría más de 10 años. MI hermano vive en Valladolid y yo soy de Valladolid". No he sabido mucho más de él salvo que me saluda sonriente con sus hermanos, cuando paso por delante de su casa. Las mujeres que allí viven, veladas, responden al saludo en un murmullo inteligible: yo no las miro a los ojos; los hombres contestan con más franqueza, pero retraídos siempre, "hola" dicen y nada más. No facilitan al pararte allí a charlar. Son pocos, pero cuando se produce la tala aperecen muchos, deben avisarse y como la recogida es libre suben en grupos, amontonan leños y siempre quedan algunos guardándo los los montones; la verdad es que es innecesario esa guardia vigilante, porque no es lo normal que alguien recoja leña de un amontonamiento hecho por otros: aquí todo el mundo respeta las maneras y esta es una tradicional, pero seguramente aquellos no lo saben y los que guardan el montón, llevan por precaución innecesaria, un palo en la mano extraído de la misma leña. Tendrán tal vez miedo.
En 629, antes del retorno del profeta triunfante a la Meca, la victoria sobre la población del oasis judío de Jaybar, produjo el primer ensayo de negociación con un vencido y sentó las bases para la creación de aliados que posibilitaran la tremenda expansión que se iniciaría enseguida, Los judios conservaban su tierra pero pagaban un tributo del cincuenta por ciento. Después, la alternativa añadida era mejor: convertirse al Islam y participar en la rapiña, o sea en la conquista del cada vez más lejano vecino.
Hay una frontera entre ellos y nosotros, está clara y delimitada. Viven pobremente y se auxilian; viven en sus costumbres y se recogen: el niño de diez años no habla árabe y me dice que es de Valladolid pero reconoce el saludo, que quiere decir "buenos días". Debe de ser muy duro y complejo, complicado, agobiante, no tengo un calificativo apropiado, vivir apartado. En este pèqueño pueblo serrano de unos mil quinientos habitantes hay emigrantes honduremos, ecuatorianos, rumanos, polacos. Nunca he oído en público una expresión hacia ellos, en privado no se, en público nunca. Trabajan en todo y están en todas partes. Las gasolineras son rumanas. Las camareras del Restaurante Volvoreta son rumanas. Una camarera de La Braseria es colombiana... Chema, el jardinero, que es de Carabanchel contrató a un magrebí e intentó hacerle los papeles, pero fué imposible, porque cuando quiso que firmara un documento para llevarlo al lugar que correspondiera, el magrebí, que no hablaba nada de castellano, desapareció. Me consta que Chema no miente y me consta su honradez. Puedo seguir citando pero no se donde trabajan los magrebies. En las obras de la autovía seguramente, de peones seguramente. Es duro.
El islam nace con una guerra civil en el seno de La Meca entre los más favorecidos y los menos; podemos pensar que nace como una religión de la fraternidad, que en el inicio algo tiene que ver con el amor cristiano; al Profeta le siguen los más especialmente pobres, hay esclavos entre los suyos; pero alcanza su posición de liderazgo por la espada inicialmente entre los suyos, entre los familiares y vecinos y posteriormente en círculos concéntricos, buscando siempre la conversión y la riqueza. No cabe olvidar este hecho, con toda invasión se produce el impuesto solo salvable por quien se convierte. El islam fué tolerante con la vida, ciertamente, pero no con la hacienda ni con la fe propia.
Tengo varios autores por los que profeso admiración absoluta; por quienes fueron, entendiendo que el hombre es el autor de su propio destino y fortuna: Ibn Battuta, Ibn Arabí, Ibn Tufayl, Ibn Jaldún, Ibn Hzn, Ibn Jafaya, Omar Jayan y Al Wassa. De Ikram Antaki, intelectual siria que vive en Méjico aprendí mucho en su "La cultura de los árabes" y de Hichem Djaït tomo una frase que merece ser considerada: en la esfera en la que nos movemos lo que prevalece no es ya la confrontación de las civilizaciones estre sí, sino la de cada una de ellas con la modernidad". Cuando esta frase fué escrita, antes de 1990 no se habían producidos los hechos que nos preoupan tanto hoy, pero se anunciaban. Por poner un ejemplo: en la década de los 50, la edición del interesantísimo libro de Bernard Lewis "Los árabes en la historia" , fué prohibida en Pakistán porque contiene una alusión al profeta despectiva, entresacada de la obra de Dante y que el autor cita como ejemplo de intolerancia religiosa en la Edad Media. Baste decir además que Lewis fué el primer autor de la famosa expresión "choque de civilizaciones". El suyo, debidamente corregido, es un libro que vale la pena leer.
Mañana escribiré sobre Ibn Tufayl y como él inspiró a Daniel de Foe su Robinson Crusoe.

4 comentarios:

  1. Magnífico el tono -en busca de ka ecuanimidad- y el estilo -la combinación del decir y el mostrar-. Espero impaciente tu reflex´n sobre el "mutawahid"

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  2. Pues serán un tanto trabajosas las tareas otoñales en tu jardín...pero lo que da de sí tu cabeza mientras tus manos laboran....da gusto.

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  3. Ana C: la mía es una cabeza entrenada, un poco cabezón y lo que hace es rescatar del olvido las cosas que merecfen ser rescatadas y puestas en orden.

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