domingo, abril 30, 2006

De nuevo el sendero

Nunca me propuse convertir el blog en un diario; ni ahora lo hago. De vez en cuando parece inevitable que la vida aparezca, asome ligeramente porque es la materia con la que se escribe y cargada de emociones y sensibilidades proyecta una actitud hacia un tema u otro. Hoy, sin tema, escribiré que he vuelto al bosque después de más de cuarenta días sin hacerlo. Mi amigo perro y yo, Goyerri se llama y la elección del nombre tiene razones que no vienen a cuento, hemos vuelto al sendero por el que paseábamos durante el invierno pasado, y el verano anterior y así desde hace cuatro años. Lo he reconocido, no en cada piedra ni en cada árbol sino en esa visión de conjunto que llena la mirada de árboles, cielo, follaje, un arroyo, tierra, hojarasca, piedra y uno mismo y Goyerri. A la vida la reconocemos a menudo por una visión general que repentinamente se nos muestra, como una revelación. Vemos, y las neuronas, diligentes, buscan enlaces con otras para darnos emociones, estados de ánimo, e incluso olores y colores que habíamos olvidado. He aquí que una visión de un árbol nos ha devuelto una imagen completa que guárdabamos en el interior de nuestro disco duro. Pasado el árbol, dejado atrás el arroyo, otra imagen sustituye a la realidad por una virtualidad. Se produce un enlace por algún mecanismo que desconocemos porque no se nos alcanza comprenderlo: hace más de treinta años vi a una familia de gitanos en torno a un fuego encendido con maderos viejos, dentro del porche de una casa en ruinas, al borde de una carretera entre Reus y Salou. Yo iba en coche, llovia y la familia, dos adultos y dos niños, se acurrucaban en torno al fuego; el porche era la única habitación posible, el único techo y el único cobijo. Hice la foto con los ojos, sin clic ni carrete ni cámara, al paso de mi coche. Eran para mi tiempos malos y no tenía trabajo, familia si. Me sent´çia miserable. En aquel grupo humano vi una desolación que excedía a la imagen y a mi propio sentimiento depresivo. Yo no se si sufrían al estar allí, protegidos: yo si sufrí. Esa es la relatividad de las imágenes, que valen efectivamente más que mil palabras cuando no pueden ser explicadas en su contexto real. Guardo la foto en mi memoria, la instantánea de la miseria, del abandono, de la ruina, nada que ver con la mía. Al volver al bosque, en un rincón umbrío, he visto de nuevo la fotografía. ¿Porqué nos acordamos de las cosas cuando no vienen a cuento? Aunque, ¿porqué no van a venir a cuento? Divagar es arriesgado si uno, honestamente, se deja llevar por el proceso oracular de permitir que ideas y pensamientos fluyan ligeramente. Somos química, y los ácidos, las sales y las bases, nos hacen más o menos emotivos, más o menos nostálgicos. En el bosque de hoy lucía un sol de primavera radiante y acogedor y la luz se intercalaba entre las ramas con esplendor absoluto. Era un bosque de cuento, una secuencia de ensueño y repentinamente la familia gitana volvía a estar bajo la lluvia. Vamos hacia el estiaje, hacía los días más largos, hacia el esplendor del verano donde el tiempo es apasionado. Vendrán mejores días para todos, es frase común que no va a ser así y se piensa que cualquier tiempo pasado fué mejor (lo que es mentira) y que vamos hacia una gran tragedia (lo que también lo es). Vendrán los días del verano, los momentos de risas, las tardes al aire y el jardín florido con sus rincones: camelías, hortensias, rodondredos y azaleas en lo umbrío; Frutales entre el este y el sur bajo el sol magnífico y a su izquierda hayas y castaños propios del lugar. Hacia el oeste abedules y arces, lilos, espíreas y forsitias, y bordeando la grava del camino romero, salvia y lavanda. Como las cerezas los pensamientos se entrelazan con suavidad, dos cerezas entrelazadas parece que están dispuestas a separarse pero se resisten, ¿lo habeis notado? Podemos sacar punta de cualquier cosa y entonces llega el recuerdo de Chejov y su "Tio Vania" o "El jardín de los cerezos". Aquellos veraneos que nunca hemos vivido, por los que no hemos transitado más que en el ensueño del patio de butacas de un teatro. La nostalgia de lo no vivido es tanto o más fuerte que la de los propios hechos. A Goyerri todo esto le tiene sin cuidado, simplemente me necesita y creo que me quiere, aunque querer es un concepto nuestro, de humanos. Para él tal vez necesidad sea más apropiado. Corretea delante de mi y gira hacia la izquierda entrando en el bosque. No vayas a perderte, le digo al ver que se aleja unos metros, y me río en voz alta mientras le sigo hablando. No sabría volver sin ti. Y me acuerdo de una noche en que recién operado, a punto de morir, lloraba el perrillo como lloran ellos, en casi silencio, y Ana y yo, con él tumbado en el sofá entre ambos, patas arriba, se dejaba acariciar la tripa por nuestras manos, y parecía que eso le calmaba el dolor. Que noche aquella, cuanto dolor en nuestros ojos, en la penumbra, con la chimenea encendida, en la penumbra de la casa en el cortazón del bosque, en el único lugar en que Goyerri se encontraba bien, negándose a estar aquella noche sin compañía. Y al verlo ahora correr lor el bosque le digo que es un sinverguenza, que nos lo hizo pasar muy mal. La próxima vez, le digo, nos iremos a dormir. No será verdad.
Y pienso en lo que da de si un paseo por el bosque.

9 comentarios:

  1. Claro que si!...La función principal de la memoria es olvidar (que decía no sé quíen), por eso es mentira que "tiempos pasados fueron mejores". La resonancia es un principio de todo objeto que consiste en la capacidad que tienen de vibrar, duro y delgado vibran más, blando y gordo (las personas)vibran menos, pero también. Y la mente, aunque se diga lo contrario, vibra también pero no sus funciones "químicas" o físicas, sino su inmaterialidad. De este hecho surge que cuando estamos en ciertos momentos mentales (la meditación, la concentración, el paseo...)la mente entre en resonancia y de lugar a "esa entrada en el bosque" particular de cada uno. Pero todo ello son pensamientos, también inmaterialidad, que pasan o que se quedan, da igual. Y de ellos surgen más y así "ad infinitum" y la mente no deja de vibrar y eso es lo que a mi me mata, siempre temiendo que vibre más, o por el contrario, que vibre menos sin darme cuenta que no tiene ninguna importancia porque es inmaterialidad. Pero de eso no me doy cuenta y me dejo arrastrar por ellos, cuando sé que no debo hacerlo. Y es un lio que no acierto a explicarme y siempre estoy viendo pasar ese rio de pensamientos cojiendo la mayoría de las veces el que no me conviene y ....Uff!vaya, lo siento, paro aqui, se me va el santo al cielo y más en domingo ya muerto, viendo como nace el primero de Mayo dia del trabajador que yo celebro...¿cómo?, pues trabajando (qué gracia eh!). Saludos.

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  2. ¿Cómo podríamos afirmar que lo que guard una neurona es inmaterial? No es que no esté de acuerdo en el resultado de tu "actividad mental" o en como se produce ella misma, pero es química y materia. Y Borges escribió o dijo en algún sitio algo ocurrente y atinado: "mi abuelo vivió, como todo el mundo, los peores tiempos de la historia".

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  3. Se entiende lo que da de sí un paseo por el bosque. Cualquier tiempo pasado fue distinto, ni mejor ni peor, diferente. El grado de diferencia depende del reflejo que la vida hace con nosotros, o nosotros con ella que viene a ser casi lo mismo. No entiendo sobre teorías del subconsciente, ya me cuesta dominar las que me permiten ser -y estar- consciente. Una familia unida en torno a una hoguera, en situación de miseria pero unida y otra familia unida en torno a otra hoguera en situación de enfermedad pero unida. En la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza...eso es un acto de amor, creo. Buenas noches.

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  4. Me parece estupendo tu comentario porque yo no había establecido racionalmente esa ligazón entre los dos grupos. Y al releer mi escrito tampoco lo he visto, sino como un encadenamiento libre de ideas que en el paseo han ido flotando de manera ligera y espontánea. La escritura ha concretado el encadenamiento y tu lo has visto y me lo haces ver a mi. Estupendo, ciertamente. Gracias.

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  5. Jody: hay un tema recurrente en ti y que en personas lúcidas no acabo de entender, (su de aceptar). Se trata de una cierta visión onírica e inmaterial de la vida. No tengo demasiado interés en considerar a la vida como algo ajeno a nuestra razón, independientemente de que muchos aspectos de su aparición y funcionamiento se nos escapen. Pero el hecho de que la vida surge en un m omento dado de la material y que las moléculas, las células, etc., están constituidas por átomos, protones, neutrones, electrones, etc., y que las celulas surgen sin función específica y que a partir del crecimiento de la criatura, en días, adoptan funciones, es decir, progresan hacia la formación de un ser que existe pero no es todavía, y repito el etc. No hay inmaterialidad, no hay magias en la identidad, y ese punto de partida (ya vuelvo con las certezas) de convertirse en tal es un peldaño sólido. La vida que nos anima es nuestra, conocida y los únicos que la pueden afectar son los otros (el infierno son los otros, Sartre) Todo el sentido de la vida es el sin sentido, el contrato social entre individuos para solucionar conflictos de subsistencia y en última ratio la propia procreación para perpetuar la especie. Leía el otro día que por mucho que progresemos intelectualmente siempre somos, seguimos siendo, el homo primitivo, porque esa es su morfología.
    ¿Te sirve de algo?

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  6. Poooor supuesto!! que me sirve de algo, en la vida no hay nada gratuito, no existe nada que no tenga su función, y tus palabras menos, claro que me sirve...y en principio para que se me ocurran multitud de respuestas a tu comentario, voy a ver si sé ordenarlas y aunque no las diga todas si por lo menos las más importantes.
    A ver si ordeno todo lo que se me ocurre. Tu dices ; “...cierta visión onírica e inmaterial de la vida.” Si, la tengo, la verdad, puede que a veces, me pase, pero si la tengo, pero no solo yo, todos, hasta tu, solo hay que ver los sueños mientras dormimos, más onírico que eso...si, podrás decir que son reacciones químicas y lo son, pero ¿como se forman si estamos “inconscientes”? sobre todo teniendo tanta relación con nuestra actividad en situación de despiertos. ...No, ahora en serio, la vida no es ajena a nuestra razón, porque ella misma forma parte de esa vida, eso está claro. Pienso que la cosa no esta en mezclar las cosas, claro que la razón es de una determinada forma, como tu dices, pero claro, también la vida tiene un componente “inmaterial”. Todas esas reacciones químicas, hormonales, enzimáticas, células, átomos, electrones, neutrones....puede que su actividad y resultado sea “La Razón”, aunque es muy discutible y se necesitaría tiempo para hablar de ello, pero supongamos que así es. Bien, vale (aceptamos pulpo como animal de compañía), por un lado tenemos la razón, que para mi es la mente “burda” pero por otro lado, pienso que tenemos algo más, esa “inmaterialidad” que se refleja, siempre de acuerdo a mi opinión, en esos “....aspectos de su aparición y funcionamiento que se nos escapan” y en ciertas características de la existencia del ser humano y sus funciones que no se pueden explicar racionalmente (hay muchos ejemplos). Por lo que yo veo, a mi entender, existen dos cosas, “La Razón” y “lo otro” (eso que se llama “atman”, “espíritu”....”inmaterialidad”) y, partiendo de un hecho incontrovertible como es que nada puede surgir de algo que no sea de su misma naturaleza, un manzano no da una pera, “La razón” no puede provenir, nacer, surgir del “Atman” (ya sabes que es un término hindú) ya que hemos quedado que proviene de sus reacciones químicas, ni el “Atman” puede nacer de la razón, veo que son dos cosas diferentes, distintas. Cuerpo y espíritu, siempre se ha dicho que el ser humano está compuesto de esos dos términos, cada uno distinto, diferentes naturalezas, diferentes orígenes. Si, evidentemente, creo que la cosa no acaba con la muerte, que hay algo más que explique todo lo que yo aún no sé explicar (ni creo que lo sepa nunca, bueno no sé)

    Tu dices que la vida de cada uno (la tuya , la mía) es afectada por los otros (“yo, soy yo y mis circunstancias”), yo no pienso así, yo pienso que nuestra vida es cosa nuestra (como tu dices; “la vida que nos anima es nuestra”), creo que somos nosotros mismos quienes conformamos nuestra vida, nuestro destino, creo que todo proviene de nuestra mente (razón y espíritu), creo que la vida es interpretada por cada uno de nosotros, que los demás nos afectan en la medida en que todos tenemos un destino común, en un momento determinado, pero somos nosotros, cada uno de nosotros los culpables de nuestro destino o de nuestra vida (ni soy responsable ni me puede afectar lo que le pasa al prójimo) y lo explico mediante la ley física universal de causa-efecto, toda acción tiene sus consecuencias, pero la acción y las consecuencias me pertenecen a mi, no al otro. En que suframos las consecuencias de vivir en sociedad, en grupo, no invalida esta hipótesis.
    Y ya, por último. Estoy de acuerdo con esta frase tuya, (“...por mucho que progresemos intelectualmente siempre somos, seguimos siendo, el homo primitivo, porque esa es su morfología.) claro que no progresaremos porque siempre seguiremos siendo los mismos, pero solo en un aspecto, en el aspecto morfológico, seguiremos siendo el “homo erectus” siempre, pero tenemos la potencialidad de ser algo más, tenemos la semilla del saber, de comprender lo que es la vida, de descubrir de que está hecha la realidad, de descubrir su verdadera realidad. Pienso que tenemos tal fuerza , energía y potencialidad de descubrir “la talidad”que se podría comparar a la nuclear multiplicada por infinito.
    Perdón por todo este turre, pestiño o coñazo, abuso de tu hospitalidad, con la intención de no haber metido mucho la pata te saludo.

    PD; me he reído mucho con tu primer comentario.

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  7. Has escrito una frase que se me ha quedado prendida en el pensamiento. Creo (es lo que he pensado de inmediato) que es una síntesis de todo lo que estás escribiendo en el blog: "La nostalgia de lo no vivido es tanto o más fuerte que la de los propios hechos". Pero, además, la firmaría para mí misma.
    Lo "no vivido" es algo que pertenece a la materia del pensamiento más autenticamente que lo que llamas "los propios hechos", lo que viene a ser lo que consideramos "vivido". Hace falta vivir, pensar,escribir todo lo que en el texto relatas, para comprender el sentido de esa frase, que, creo, lo resume todo, pero que necesita ella misma explicarse porque si no no parece comprensible.

    Personalmente he empezado a no distinguir tanto lo "no vivido" de los "hechos" digamos que "reales", y es tanto o más real la vida de mi pensamiento que el mundo que me rodea, que las cosas que toco o podría tocar con las manos. A veces, me abruma la nostalgia por la "no vivido", por aquello que ocurre sólo en mi pensamiento, en mi imaginación, en mis fantasías si quieres, que también.

    Tus divagaciones me sorprenden mucho y muy gratamente, siempre, aunque no siempre soy capaz de articular alguna contestación, algun comentario que hacer. Tu "tempo", ya te lo dije en una ocasión, es un tempo que obliga a pararte, y a pensar despacio, sin ruído, y eso, muchas veces, hasta causa dolor físico.
    Ah, ahora me acuerdo, no temas, que no me descalabro, ya estoy descalabrada, jajaaa.
    Un saludo

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  8. Roma: lo que escribo genera algo que Sartre definió como "revelación". Quien escribe es incapaz de juzgar, salvo en forma, el fondo de lo que ha escrito. Solo quien lee le da a lo escrito el carácter de revelación. Un escrito se revela cuando hay un lector. De alguna manera se reescribe cada vez que alguien lo lee. Esa es la función de la literatura (que Sartre entrelaza con el progreso social), existir solamente en función de que exista el lector. Y cada uno de ellos es capaz de encontrar su significado entero, subjetivo porque lee desde su presente, formado por la acumulación de vivencias. A veces me doy cuenta de que yo no he escrito lo que tú has leído y de que mi mente iba por otros derroteros al escribir.
    Por otra parte entiendo los comentarios como una conversación epistolar al filo de una lectura. Ocasionalmente un breve punto de vista sobre aportaciones. Es generalmente lo que hago yo cuando veo tu blog. Siempre tengo algo que decir, o a veces (pocas) no.

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  9. De nada Luis, gracias a ti por compartir tus paseos.

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