sábado, octubre 21, 2006

Concluyo en libertad


¿Es la libertad solamente un anhelo? En la medida en que los hombres libres en las sociedades libres conocen la contención y en ella viven y en ocasiones sueñan, anhelan y desean, y en la medida en que los hombres sojuzgados anhelan salir al exterior y sentirse individuos, la libertad es un anhelo, una abstracción sacada de lo irreal e introducida en el mundo oracaular de la poesía.
¿Es una fe? Probablemente sea tan solo una fe en una irrealidad divinizada a la manera pagana, ajena al comportamiento de los hombres, ni creadora ni bondadosa, ambigua y condescendiente, dejándose admirar, intocable y maltratada. La "fe en" no conduce sino a la esperanza, que no es poco y en ese sentido tener fe en la diosa libertad significa creer que somos mejorables, aunque se nos escape el sentido final de ese proceso.
Acepto ambas posibilidades porque me permiten comprender las razones por las cuales al pasear por el bosque siento una libertad infinita que no se explicar: es una felicidad este desasirse de las cosas para centrar el pensamiento en el bosque rumoroso, que ahora de repente se ha llenado de aguas que vierten ladera abajo en busca de los arroyos mayores. Con libertad se vuelcan en torrente y fluirán luego a las fuentes y a las canalizaciones para acabar en un embalse, aquietadas. ¿Es metáfora? Topda metáfora es nada más que un punto de partida, el inicio de un pensamiento, el reflejo de una realidad.
Anhelo y fe, no siendo más que mecanismos ilusorios, proyecciones del pensamiento y de su espiritualidad, pues anhelamos lo que no tenemos y depositamos la fe sin razones y en ambas cosas nos conformamos e incluso ilusionamos, pueden resultar sustentos cotidianos. ¿Cómo vivir sin anhelos? ¿Cómo vivir sin fe? ¿No tiene el individuo fe en su destino? ¿No alimenta el día a día con la fe en el mañana mejor? ¿No anhela ese mañana y lo que ha de contener? El hombre sin proyecto ha muerto aunque siga respirando; la esperanza es proyecto; la débil ilusión de seguir respirando, por escaso que sea el aliento, es proyecto. La libertad es una irrealidad a la que el anhelo y la fe le construyen un cuerpo palpable al instinto y ese palpar conforta.
Mirando a mis anhelos, rebuscando en mi fe, descubro las dos libertades que no son irrealidades y que siempre me acompañan. También a los demás, pienso.
La senda del pensamiento es inabarcable en límites, diría que infinita. La potencia del deseo puede alcanzar la devastación. La libertad de pensar, intransferible e ilimitada espera que la inacción la encadene o la acción la libere. La libertad de desear, torrencial y caudalosa, espera que la satisfacción la aquiete. Ambas son libertades; acción y satisfacción son otra cosa. Quiero salir al bosque, pero no puedo; deseo conocer más pero me resulta imposible, y sin embargo en esas libertades habito; en las más íntimas que si lo son, que no se trata ya de ámbito, de y de la fe esperanzada. Todo individuo tiene un tesoro de de ocultaciones que caracterizando su actuación no se muestran en público; nacidos en la libertad del yo más profundo, son libertad surgidos de ella. ¿Quien podría decir "no debes pensar, no debes desear? Te lo prohibo?" Estas dos libertades son las armas frente a la tirania, inexpugnables baluartes que se aislan del acomodo de la vida exterior, donde la libertad de actuar no es convicción sino imposición. En los solares en que la tiranía se ha cebado, en los campos de concentración del gulag soviético y de sus comunismos o del nacionalsocialismo alemán y sus fascismos, en las naciones maltratadas de China y Camboya donde toda la población fué saqueada en busca de su conciencia para robarla, prisionera, aterrorizada, hambrienta y asesinada, el anhelo y la fe, amparados por la memoria, concibieron la esperanza de que algún día todo cambiaría y por ello, vuelta la libertad volvería la sonrisa.
Pensamiento y deseo y ansia de liberarse, ansía de libertad, ámbito único de la esperanza de la humanidad para sentirse libre, cada individuo con su propia parcela de derechos, con su propia plantilla de deberes. Tres son pues las formas de la libertad que me interesan y no pienso en si hay más, que mi alcance es limitado:
La libertad de pensar, ilimitada, infinita en la medida en que el hombre puede alcanzar dimensiones infinitas.
La libertad de desar, en la medida en que el hombre puede aspirar a poseer lo imaginable y lo inimaginable; también infinita, generalmente dolorosa, siempre reveladora de los límites humanos.
La libertad para decidir en sociedad donde pensar y actuar, desear y satisfacer, no se encadenan sino que las segundas se abstienen de acuerdo con los derechos primero y los deberes después que las sociedades libres, constituidas por hombres libres en su contención, otorgan a todos sus individuos.
Hoy sábado, terminando este post, me llevaré a Goyerri al bosque, que ha salido el sol y lo que en los días pasados fué un gris preñado de melancolías, cargado de aguas torrenciales, es ahora un jardín infinito donde pasear con entera libertad.

6 comentarios:

  1. En estos dos últimos post me cuenta un poco seguirte. Luis, la libertad es, antes que otra cosa, un axioma de la vida en común.

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  2. ¿Qué libertad puede existir cuando no podemos ni podremos jamás elegir nacer o no nacer? Si desde ese mismo instante en que un espermatozoide fecunda un óvulo ya todo nos viene impuesto, desde el ADN al que estaremos sujetos durante toda nuestra existencia? si estamos atados a la naturaleza?
    La libertad es por supuesto la ausencia de esclavitud, la ausencia de dependencia, precisamente: algo imposible.

    (No sé qué pasa, pero es la segunda vez que escribo el comentario. Al dar a publicar se pierde. Voy a copiarlo, esta vez, antes de enviarlo, por si acaso, que dicen que mujer precavida vale por dos, no es así?)

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  3. Luri: entiendo que la libertad es un axioma de la vida en comú, que es la vida del ser social que somos. Pero la libertad de pnsamiento (pienso lo que quiero) o de deseo (deseo lo que quiero) son anteriores a la acción y por lo tanto a la aceptación de los límites. Tal vez no me he expresado bien o lo que expreso no tiene sentido, aunque yo creo que si, claro. En mi pensamiento no hay límutes, ni en mis deseos, en mis actos si.
    Lo que yo niego es la existencia de la libertad como concepto genérico, ya que no conduce a nada. Quiero ser libre es una expresión sin concreción alguna; quiero liberarme de... es algo que si tiene que ver con la realidad. Así que soy libre de decidir mi acto. En la vida en común, en el axioma.

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  4. Si, Roma, pero la libertad o lo que sea se refiere a los que somos, no a los que podríamos ser. La libertad es algo que parte de nuestra situación en la sociedad, no de nuestra pre situación, Aún en el caso de nacer sin sexo y poder escogerlo a los diecipocos años, no serías libre, tendrías condicionantes.
    Somos libres en sociedad o no lo somos porque fuera de ella no existimos.

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  5. Haciendo uso de la libertad de mi imaginación, me voy a bosque con Goyerri y contigo. Ésta, la de pensamiento, es una de las libertades que más estimo. Besos.

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  6. Isabe, en cuanto te veamos aparecer por el bosque te daremos un paseo bajo los pinos. La libertad de imaginar la buena compañía.

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