domingo, junio 04, 2006

Tal vez si, tal vez también



"El poder de un hombre consiste en sus medios presentes para obtener algún bien aparentemente futuro" (Hobbes: Leviatán, cap.10) En la frase hay una palabra que sibilinamente introduce todo el sentido que debe tener una definición tan complicada como es la de "poder": aparentemente. Yo hubiera escrito, y que se me disculpe el retruécano "aparente bien aparentemente futuro" para que que no quedara duda alguna, pero Hobbes escribía para gente inteligente y sutil´. Por otra parte, aquel que no la entienda de la manera en que la escribió el autor, tampoco va a entenderla con matizaciones. Y a veces me preocupa el hecho de que los que la entiendan, prescindiendo del matiz "aparentemente" estarán afirmando su acuerdo con el filósofo: tanta gente en la historia ha creído que quería el poder para transformar el futuro que el que no lo hayan conseguido me hace sospechar que algo han hecho mal, reiteradamente. Los imperios pragmáticos han durado lo que han durado, los ideológicos, que son en general los que se han autodefinido como eternos, mucho menos. No se donde leí que había una diferencia entre democracia y tiranía, pero la he usado tantas veces que llego a pensar que la frase es mía; en la tiranía siempre te ofrecen un futuro mejor que será disfrutado por futuras generaciones; en la democracia te ofrecen administrar el presente. Pensaba y pienso todavía, que para saber donde estás es bueno acudir a esta diferenciación: escucha al poderoso y perfila el escenario según tu buen saber y entender.

En los 60 y 70 hicimos nuestras una serie de expresiones que creo que se podrían simplificar en dos: "transformar la realidad" y "construir al hombre nuevo". La realidad es tozuda y se empeña en transformarse poco a poco y en algunos sitios nunca porque no la dejamos; realmente no la dejan, porque no está ya en mi mano apoyar nada salvo una ligera postura dubitativa ante la globalización. Del hombre nuevo desconfío y si se quiere más, le temo; al viejo le voy conociendo y conozco sus miedos y soberbias, vanidades y humildades, más o menos, con el nuevo prefiero no tener tratos que al final me saldrá un burócrata de partido único o de idea única, o un kmer rojo perdido en esta ciénaga, o un fascista con camisa color futuro y añoranzas del valle perdido que se encuentra en esta sierra en la que vivo: cualquier ejecutor amparado en la banalidad del mal, que escribía Hanna Arendt. Cuando, vanidoso como nadie, Fukuyama aventuró "el fin de la historia" aventuraba un hombre nuevo hecho a modelo y semejanza de los yuppies de Manhattan que aquí tenían su grotesca caricatura en los Gil, Conde, Ruiz Mateos, de la Rosa y demás inquilinos de nuestras cárceles. Fukuyama sigue escribiendo y los republicanos en EEUU siguen creyendo que ya no hay otra historia que trazar que la que trazan ellos. Pero la verdad es que siempre nos quedará Africa y siempre podremos visitar el corazón de las tinieblas, según Conrad o según Coppola.

¿Porque escribo esto? Porque hoy, domingo, cuando el sol al caer la tarde funde la luz y el paso de la vida, van a dar las 6 en punto de la tarde y el mundo está tan plano como este silencio que reina en el jardín, en el prado, en el valle, en la sierra, en los senderos, entre los árboles, me viene a la cabeza, que por dentro soy yo y es mi pensamiento, una frase de un buen amigo, que me dijo hace unos pocos días, "que bien que vives; porque puedes". Y no es verdad, no se lo dije porque era la hermosa despedida hasta un día del futuro en que cogeremos el coche e iremos a verlo a su casa y nos comeremos un corderito, con buen vino de Ribera del Duero y un agradable orujo fresco al acabar, (el café en su casa no es muy bueno) pensando en que somos felices porque tenemos tanto... No se lo dije porque no es verdad, porque a la hora de comer, que es un momento bueno para pensar en que vivimos bien, los telediarios se empeñan en recordarnos que estamos inmersos en proyectos de transformación del mundo mientras en el Mediterráneo se pierden cayucos llenos de subsaharianos (es una localización geográfica que no obliga a nada y lo deja todo muy vago), que en la frontera del Rio Grande van a levantar un muro para evitar a los "espaldas mojadas" como el que Israel construye entre ellos y Palestina (no entiendo la alegría al caer el Muro de Berlín, algo se me debió perder en la lectura de los hechos, porque parece que ahora somos los buenos los que levantamos los muros), que en Irak ya hay democracia y así cualquiera puede asesinar a cualquiera y que los poderosos andan empeñados en transformar el futuro, porque el presente ya no vale la pena. A los condenados de la tierra, que es además el título de un libro de un autor martiniqués del que creo que ya nadie habla, Franz Fanon y que leído hoy contiene errores de bulto pero afirmaciones que permanecen, se corresponden con el presente, pues a los dconndenados de la tierra les toca aguardar la transformación del mundo para futuras generaciones. Siempre será un consuelo.

Le tenía que haber dicho a mi amigo que no es cierto, que yo no vivo bien, no siempre claro; un rato cada día, me doy cuenta de lo privilegiado que soy y prometo que no dejaré mi sitio a nadie; a lo sumo, derramaré una lágrima por ellos. Es verdad, no es irónía y mucho menos cinismo. De ser así debería pedir perdón, porque en el bosque cabe ser equilibrado y decente. Pues es verdad, a mi me queda un rato diario para pensar en todo eso. No se cuanto tiempo les queda a todos los demás, pero me temo que a muchos, mucho menos. Otro buen amigo, llevado por el fragor de la conversación en torno a la delincuencia que nos asalta, y mostrando el hecho evidente de que la mayoría de asaltantes son emigrantes de Europa del Este o de Hispanoámerica, reclamando la expulsión inmediata del Otro de nuestro lado, hombres decentes como somos, acabó diciendo, impulsado por un súbito arrebato de desmesurado patriotismo: "es que si te atraca un español, pues es otra cosa". Eso fué anteayer y se merece un post. Y además, tal vez sea así, caramba.

4 comentarios:

  1. Respecto a los atracos...una vez entraron en mi casa a robar, terminamos pensando (el colmo del optimismo) que es mejor que te roben a que tengas que robar. Buenas noches

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  2. Cada vez, cada día, me contagias en la necesidad de vivir en un bosque.
    Quizá esto ayude a ser equilibrado como dices.
    Al menos estoy rodeada de montañas.

    Te dejo en casa, café veracruzano.

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  3. Para mí, el "desmesurado patriotismo" de su amigo, es ni más ni menos que una sutil xenofobia que no comparto...con todo respeto.
    Un abrazo!!!

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  4. VB: Obviamente, pero es al mismo tiempo una actitud psicosocial de autodefensa: identificado el Otro fuera de los nuestros, solo queda exorcizarlo. El drama es la semi dignificación -lógicamente es un impulso verbal - del delincuente foraneo.

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